Armand Jean Le Bouthillier de Rancé, ¿de quién estamos hablando?

Más conocido como Abad La Trappe, por el nombre del monasterio en Normandía donde vivió y murió, Armand Jean Le Bouthillier de Rancé es el fundador de la orden de la Trapa, también conocida como Orden de la Estricta Observancia, una ramificación más rígida y rigurosa de la Orden del Císter

En el 1997 nace la renombrada marca roja de forma hexagonal con la indicación AUTHENTIC TRAPPIST PRODUCT. Hoy solo 10 cervecerías pueden utilizar esta marca; 6 se encuentran en Bélgica: Bières de Chimay, Brasserie d’Orval, Brouwerij Westmalle, Brasserie de Rochefort, Westvleteren, Brouwerij de Achelse Kluis.

Las demás son la austriaca Stift Engelszell (que produce las cervezas Gregorius y Benno), la holandesa Maria Toevlucht (que produce la Zundert), la estadounidense St. Joseph’s Abbey. A la última, la Holandesa Brouwerij De Koningshoeven (La Trappe), se le prohibió temporáneamente el uso de la marca del 1999 al 2005, debido al hecho de que no había cumplido con la obligación de no perseguir fines lucrativos.

Para ser definidas “trapenses”, las cervezas debe ser preparadas respetando los siguientes criterios:

1. la producción debe llevarse a cabo exclusivamente en un monasterio trapense;

2. el proceso productivo entero debe realizarse bajo el control directo de la comunidad de monjes;

3. las ganancias procedentes de la venta deben ser utilizadas por la Orden, para obras de caridad.

Los monjes producen también cervezas con un contenido de alcohol inferior a las que se encuentran en el mercado, pero estas cervezas más ligeras se consumen solo dentro del monasterio.

A partir de la Edad Media, los monjes siempre han producido bebidas con alcohol, como vino y cerveza que, a nivel organoléptico, se pueden considerar verdaderos alimentos, muy útiles durante periodos religiosos de ayuno. Además, según la regla ora et labora, utilizar los frutos concedidos por Dios para crear algo que tenga un nivel muy elevado de calidad es también una manera para darle las gracias y honrarle a Dios; por lo tanto, las cervezas trapenses siempre han sido cervezas de altísima calidad.

Estas cervezas, verdaderas joyas para entendedores, son el fruto de recetas secretas, guardadas en los monasterios, y se producen con el método antiguo del alta fermentación. Pueden ser incluidas en la categoría de las cervezas Ale. Normalmente tienen contenido de alcohol bastante alto (6-9%).

El color varía entre dorado y oscuro, pero también hay cervezas ambarinas y rojas.

El aroma es complejo, a menudo prevalece el aroma a malta, debido a su alta fermentación.

Sugerimos acompañarlas con quesos curados o azules, platos estructurados y especiados, carnes y carnes de caza a la brasa.

Hay otras cervezas llamadas “cervezas de abadía” que no tienen nada que ver con las producidas por los monjes trapenses: se trata de cervezas que pueden recordar las trapenses por su estilo, debido al alta fermentación, pero no son producidas en abadías. Entre las “abbey beers” podemos incluir también cervezas laicas de nombre y de hecho, cuyo estilo, sin embargo, las acerca a las cervezas trapenses, como por ejemplo la Noel Baladin: el hecho de no ser verdaderas trapenses no afecta su calidad, a pesar de que no todas sean a la altura…

 

Y Uds., ¿qué cervezas trapenses han probado? ¿Les gustan? ¡Esperamos sus comentarios!